Todos los sectores productivos se han visto perjudicados como consecuencia de las restricciones que se han ido sucediendo por culpa del COVID. Estas restricciones, principalmente de movilidad, han supuesto una reducción de la actividad generalizada, pero sin duda algunos de los sectores más perjudicados han sido el transporte de viajeros, la carga aérea, las compañías aéreas y el turismo.
El turismo, principal industria de nuestro país, que aportaba en el 2019 el 12,4% de PIB, se vio reducido al 5,5% en el 2020, año de la pandemia, con las consecuencias que ello conlleva a otros sectores que se han visto influenciados de forma negativa directa o indirectamente por ello.
Las compañías aéreas vieron como el transporte de viajeros se paralizó, teniendo que dejar los aviones en tierra, las plantillas en ERTE y suportando pérdidas millonarias, llegando a pedir rescates al gobierno para no quebrar.
Poco a poco la economía da señales de recuperarse, y parece que los tan deseados brotes verdes comienzan a verse, aumentando el número de vuelos y llegado las operaciones de vuelo al 60-65 % de la situación pre COVID.
El sector aeroportuario, en época pre COVID, aportaba al PIB Español el 2,5%, que en cifras concretas supone un total 27.960 millones de euros en el 2019, generando alrededor de 98.000 puestos de trabajo directos.
Ahora en el 2022, estas cifras están sensiblemente reducidas ya sea por las sucesivas olas de COVID, que se traducen en restricciones de entrada de viajeros en los países que reabren o por el declive de la economía a nivel mundial.
Por si esto fuera poco, además de la pandemia y sus variantes, en estos días, debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, se han duplicado los costes energéticos, haciendo que en la aviación comercial, tan dependiente del petróleo, la tan ansiada recuperación sea aún más complicada, dando la impresión de que la recuperación tendrá que seguir esperando.
Manuel Enrique Álvarez García
Agente de Aduanas / Intercoex.