No cabe duda que el mundo va a sufrir un cambio profundo en casi todas las áreas y posiblemente con mayor incidencia en el comercio exterior, viajes, economía y relaciones sociales.
Como ya pasara después de los atentados del 11-Sep, que supuso un antes y un después en todo lo relacionado con la seguridad, la forma de viajar, el transporte de mercancías, inmigración, etc., ahora con la pandemia nos vamos a encontrar con un cambio posiblemente de mayor magnitud y como prueba de lo que está pasando, vamos contar algún detalle de los cambios que ya estamos percibiendo.
Cambios que se producirán en el transporte aéreo
Con la suspensión del transporte de personas las compañías áreas han dejado en tierra sus aviones con las consiguientes pérdidas millonarias, ERTES de las plantillas, deterioro de los aviones por falta de uso y mantenimiento, etc. con un horizonte poco halagüeño y un futuro incierto. Esto no afecta por igual a las compañías con aviones exclusivos de carga que están haciendo su agosto con tarifas abusivas por la escasez de este tipo de aviones. Por poner un ejemplo, una empresa que contrata chárteres me comento esta semana que los precios de un Boing 777 para un trayecto de Shanghái a Madrid, estaba en 1.800.000 $, una locura si tenemos en cuenta que el coste medio suele rondar los 400.000 $.
Las normas fijadas por Bruselas, obligan a las compañías a realizar vuelos sin pasajeros o ghost flight, para no perder los slots o espacio reservado para operar en una franja horaria y en esa ruta. Esta norma también llamada úsalo o piérdelo se implementó para luchar contra el monopolio de las grandes aerolíneas, obligando a estas a realizar vuelos sin pasajeros (con la consiguiente contaminación) para no perder el slot. IATA ha solicitado a Bruselas que elimine temporalmente esta norma ya que además de contaminar de forma absurda, aumentan más las ya cuantiosas pérdidas de las compañías aéreas.
Como bien sabemos, el transporte de mercancías no está restringido con la pandemia, por ser una actividad necesaria para abastecer de productos a la población y esta necesidad, junto con la reducción de los vuelos de pasajeros ha disparado la demanda de este tipo de transportes hasta el punto que algunas compañías aéreas están modificando la cabina del avión suprimiendo en algunos casos los asientos para acomodar carga y en otros casos cargando los bultos en los asientos o en los pasillos, de los citados vuelos sin pasajeros llamados ghost flight.
Pero volvamos a la incidencia más preocupante que a mi modo de ver va a traer la pandemia en el mundo del transporte aéreo y será la reducción de oferta bien por cierre de algunas compañías aéreas, o bien por que tarden meses en poner en marcha los aviones. Es lógico pensar que las compañías no van a comenzar a volar con un 30% o el 40% del pasaje porque de hacerlo deberían de cobrar los billetes a un precio desorbitado o bien soportar pérdidas millonarias y sinceramente ninguna de las dos opciones parecen viables. Como todos sabemos los aviones de pasajeros pueden transportar carga en sus bodegas, pero esa cantidad no llega a la gran capacidad de un carguero puro, por lo tanto, no se rentabiliza el coste del vuelo si no hay pasaje. Si se reduce la oferta de los vuelos que había antes de la pandemia, está claro que los precios del transporte subirán.
Ese aumento del flete en los transportes hará que suban los precios de las materias primas, de las mercancías industriales y de los productos de consumo. El transporte marítimo siendo el más importante en cuanto a volumen, este no puede competir con el aéreo en la rapidez y especialmente con mercancía perecederas y urgentes. La subida de costes alcanzara a todo el tráfico aéreo de mercancías, dañando especialmente a la exportación, cuya fuente de divisas e ingreso es vital para la economía del país.
A nadie se le escapa que esta situación hasta ahora desconocida va a traer importantes cambios que irán desde el consumo, pasando por la economía, los hábitos y las costumbres sociales. Debemos estar lo más concienciado posible y pensar que de esto vamos a salir como ya lo hicimos en otras crisis del pasado y será con trabajo, constancia y mentalizándonos que nuestras vidas van a cambiar y no debemos de frustrarnos sino hacernos fuertes paras superarlo.
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Manuel E. Álvarez García
Agente de Aduanas